Solidaridad con Haití
El 13 de enero Barcelona amaneció fría, el viento suave nos abría los ojos medio dormidos de camino al trabajo. Llegamos, dejamos los abrigos, fuimos a por el café de rigor, nos saludamos y cada uno se metió en su ordenador, sus llamadas, emails, reuniones… Y nos enteramos. Una tragedia en Haití. Un desastre. Un día triste para Haití y para el mundo.
El rumor recorrió la oficina, uno comentaba que se tenía que hacer algo, otro que deberíamos ayudar ya. Sin hablarlo, ni organizarlo, dos de nuestras compañeras ya lo tenían todo preparado:
Un cerdito enorme y rosa apareció en la oficina. Por cada moneda introducida en el cerdito, éste hacía un gracioso oink-oink de agradecimiento.
A partir de las 5h de la tarde el oink oink sonaba más fuerte que los teléfonos y las conversaciones:
– ¿Qué es este ruido? ¿Es una rana?
– ¿Qué está pasando?
Mesa a mesa nuestras compañeras fueron pidiendo la aportación voluntaria a los compañeros de Atrápalo, cuantas más monedas más oink-oink hacía el cerdito, hasta cayó algún billete que se quedó estancado. Cuánto más ruido, más orgullosos nos sentíamos.
El esfuerzo colectivo dio su resultado y llegamos a una recaudación más que aceptable.
Al día siguiente hicimos una votación, ¿a qué organización se va a entregar?
La mayoría manda y al final se escogió Médicos sin Fronteras por más de un 35%.
Esperamos que hagan un buen uso de la recaudación, esperamos que lo que dimos sirva para mucho. Esperamos que Haití pueda construirse un nuevo, feliz y próspero futuro.
